Queridos míos, ¿cómo lleváis este final de invierno? Yo lo llevo bastante bien, la verdad. Ya se me están pasando todos los costipados y alergias, y comienzo a disfrutar de esta estación por fin. Este fin de semana lo he dedicado a estar fuera de casa y a pasear por Madrid. Siempre es aconsejable recordar esos sitios donde nos llevaron de pequeños o donde pasamos por la noche cuando salimos de marcha pero no vemos a la luz del día. Por eso, un recorrido por el Madrid del Siglo de Oro nunca viene mal. Es decir, dejad el metro en Antón Martín y patearos todas las calles en las cuales vivieron los monstruos de la pluma española del siglo XVII: la calle León (donde se encuentra la Real Academia de la Historia y la bodega El León de Oro, de visita obligada para los amantes de las tabernas y los chatitos a la hora de comer), la Calle Cervantes (podreis incluso visitar su casa, como la de Lope de Vega que se encuentra muy cercana), y luego por qué no, terminad en la Plaza de Santa Ana e incluso llegad hasta la Plaza Mayor y respirad un poco el aire entre tradicional y cosmopolita que allí circula.
Os propongo también a los menos culturetas una visita al Centro Comercial Príncipe Pío. Nuevo en Madrid, se inauguró el pasado noviembre y cuenta con cines de la compañía Sogecable de la Warner Bros, dos plantas repletas de tiendas y cafeterías, y una más dedicada a los restaurantes y bares, entre los que se encuentran los ya clásicos Pans and company, Burger King y McDonald's, pero hay propuestas más interesantes como almorzar comida Wok o la Maison Paul, especializada en baguettes francesas. Las tiendas varían desde todas las de Inditex, H&M, Bijou Brigitte y The Body Shop hasta Nature, Benetton o Vanadio. Para reponer fuerzas en la sobremesa, siempre un té o café en Starbucks.
Y por último, después de este día tan agotador, nada mejor que una buena salida tranquila. Os presento Lamoe, un local de moda, donde entre semana ponen jazz, pero los viernes y sábados la música es bailable y el ambiente es agradable. Está en la calle Santísima Trinidad y no hay que pagar entrada.
A los más tranquilotes, cansados del día, les gustará cenar algo y marchar a casa temprano. Por eso, la comida de El Gañán, rápida y sabrosa no les defraudará. Las tostas son su especialidad, y muy recomendables entre ellas son las de Tres Quesos, Rollito de Salmón, y sobre todo, la de Steak Tartare a los que disfruten lo picante. Encontrareis el restaurante en la calle Ávila. Es pequeñito, así que no os retraseis mucho.
Bueno chicos, esta tarde voy a ver el musical Mamma Mia! Ya os contaré mañana qué me ha parecido. Mientras tanto, descansad lo que queda de finde.