Feelings

Fuego

Ayer pude contemplar el incendio de la Torre Windsor desde el complejo Azca. A pesar de los destrozos es realmente sobrecogedora la fuerza de un elemento de la naturaleza. Fue algo impresionante. Al final, la policía nos desalojó y lo tuvimos que ver desde casa.

¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS MIS LECTORES!!!

Os deseo lo mejor para estas fechas, que seais buenos, que los Reyes os traigan muchas cosas espiritualmente y materialmente, y que el Año Nuevo que va a comenzar sea estupendo para todos.

Estado de ánimo de hoy: navideño aunque algo nostálgico.

Cosas que voy a hacer hoy: trabajar con mi padre en el restaurante y cenar con mi familia.

Cosas que no voy a hacer hoy: meter fichas en la base de datos de la Fundación, sonreír falsamente a mi jefe ni escupirle en el café. No es que lo haga muy a menudo... pero alguna vez se ha despistado y se lo ha dejado... en fin... ¡feliz Navidad!

Cuchillos II

Y si los cuchillos te rozan la piel, y te tocan el cuello, grita. Grita y dales la vuelta. Que llueva sobre ellos. Clava el cuchillo en la tierra y deja que los demás reciban su merecido. Escribe sus nombres en el suelo y que cada uno abra los ojos y lo vea. Y vean también que tú sabes lo que han hecho.

Tristura (deseos incumplidos)

He nombrado este post con el título de un instrumental de Piratas que me encanta. Sí, tristura, nostalgia, morriña... Son unos cuantos adjetivos para definir un concepto que a día de hoy se me presenta amplio e inabarcable. Es como esa sensación de invasión que se apodera de ti y hagas lo que hagas sigue estando ahí. Creo que es porque F está de vacaciones en Italia y le echo un poco de menos. También es un anhelo de intentar que se cumplan los deseos de mi adolescencia, o los de hace tan sólo cuatro o cinco años, pero veo que es difícil.

Creo que a todos nos debe de pasar eso un poco en ciertos momentos. También me ha influido el libro que he terminado de leer que os he comentado en posts de días anteriores. Mañana que tendré más tiempo os pongo la reseña, os lo recomiendo mucho. Además, os contaré cómo fue el fin de semana haciendo balance: el cumple de Rober, las clases de italiano... Incluiré alguna fotito y a los asistentes os las enviaré por mail.

Que empecéis bien la semanita!

Habilidades directivas

Hoy he decidido que ya basta de que todo el mundo me toree: mis jefes en plan serio, mis hermanos en plan broma, pero sobre todo lo primero. Así que he decidido que punto y final. Por eso me he leído un capítulo de un libro de mi hermana (que es la "me encantan los números, odio la poesía y voy superfashion" por excelencia) que se llama "Las habilidades directivas" y me he leído un capítulo sobre la asertividad. Palabra que desconocía casi por completo. Y es algo así como exponer tus ideas claramente sin que nadie te pisotee y tú tampoco a nadie (mmm... debo releerlo porque no estoy muy segura). En fin, realmente no he sacado muchas conclusiones. Sólo que tengo una personalidad directiva-pasiva ya que antepongo los intereses de los demás a los míos por considerarlos éstos menos importantes (no ha sido un gran descubrimiento, de un modo u otro ya lo sabía).

Lo que tengo muy claro es que había un parrafito sobre "el jefe" y yo lo he comparado con el mío, por si acaso era yo la mala empleada:

Características del jefe ideal:

1. Deja claras las expectativas acerca del subordinado (sólo soy una preciosa operaria rubita que todas las mañanas teclea en el ordenador con los labios pintados)
2. Delega y deja libertad de acción (Todo lo acapara él)
3. Evalúa periódicamente el desempeño (Nunca lo hace)
4. Está disponible para consejos o ayuda (está disponible siempre para su ego)
5. Premia el trabajo bien hecho (como muestra un botón: a mí no me pagan)

He cerrado el libro y me he tumbado encima de la cama a leer el Vogue.

Hoy tengo un día gris

Como mi querida Holly Golightly en Desayuno con diamantes (perdonad que últimamente la nombre tanto, pero es que es una de mis pelis favoritas), hoy tengo un día gris. Según te levantes de ánimo tienes el día rosa o gris. Y hoy, sin lugar a dudas, es gris. Cuando te sientes así todo el día, poco se puede hacer para que cambie la cosa.

Duermo en la misma cama que cuando tenía doce años, y como la misma comida. Sólo he estudiado un poco y tengo un título en la mano. No me diferencio del resto de las personas por nada en especial. Desde los barrotes de mi balcón veo el mismo árbol desde hace 16 años, le veo desnudo, vestido, temblando, secándose, llamando a mi ventana... y me pone triste.

Hay días en que, por mucho que hagas, casi nada se puede hacer para que cambie. Sólo hay que esperar a otro día, de color rosa, para que todo sea diferente. Una sucesión de días rosas y grises. Para terminar, además, hoy tengo un funeral.

Glamour

Como Audrey Hepburn en Tiffany's, muchas veces no necesitamos muchas cosas, ni muy caras para sentirnos en el paraíso. Sólo basta con una buena noche, sentada en el banco de al lado de casa, entre las rosas blancas; una buena compañía y la brisa en la cara.

Estaban rodando hoy una película en la calle de al lado. Las luces de los focos, la gente alrededor, el medidor de la luz... y entre maquilladores, director, estilistas, etcétera, aparecen ellos. Ella y él, los dos protagonistas del film. Maravillosos, con las caras finas y alargadas, blanquísimos, etéreos, con los ojos brillantes y los labios pintados. Todo el mundo les mira. Parece que están en otra dimensión.

F y yo pasamos por delante. Los focos nos deslumbran. Les miramos, no nos miran. En ese momento la observo, y me observo en un cristal. Parecemos la noche y el día. La realidad y la ficción. Me llevo una mano a la barbilla, pensativa. Huele a queso azul de la cena en la terraza. F me mira, me mira y me sonríe. En ese momento me siento totalmente carente de glamour...

...pero realmente afortunada.

A vueltas con las mariposas

Esta tarde en la piscina he visto tres mariposas que han pasado por delante de mí. Cada una era de un color distinto. Y a cada una de ellas le he puesto un significado diferente. Una era de un color amarillo verano, se ha parado en uno de los trozos de césped y se ha ido por el rabillo de mi ojo. En ese momento he tomado aire, he bajado los párpados y he respirado sol.

La segunda ha sido la más rápida. Era bicolor, apenas he percibido el blanco y negro de sus alas. Tenía un revoloteo irregular, como de inquietud. Ha tratado de posarse en mi ojo derecho y arrancármelo, pero como no podía, sólo me ha escupido un poco y se ha marchado después.

La tercera mariposa era blanca. Me había puesto de pie para darme un baño, y la he visto elevarse por el cielo y fundirse en azul. Decidí imitar su ejemplo y zambullirme en la piscina.

He pasado una tarde tranquila, estaba llena de luz. Por la compañía, y por tanto sol. Tumbada en la toalla, sintiendo el calor en la piel, he tocado la felicidad, estaba envuelta en uno de esos instantes en los que puedes sentir que todo está en orden, que todo es perfecto. Un momento en el que no tienes que hacer nada, ni hablar, ni trabajar, ni preocuparte, ni pensar. Tan sólo tienes que estar allí, permanecer ahí, y disfrutarlo...

Boring Sunday Morning

Qué aburrimiento de domingo. Odio los domingos. Dios mío, odio todo!! Ya os había dicho que odiaba el verano, pero no lo de los domingos. Seguramente pondré más cosas que odie porque son bastantes! Este fin de semana se me ha pasado muy rápido. Primeramente porque he salido por la noche y eso significa mañanas durmiendo, vacías de contenido. Además, tenemos a la perrita Wendy en casa y no paro quieta cuando está ella. Esta perrita tiene distintas acepciones para la familia Martínez.

Veamos: mi padre no la ve porque apenas está en casa cuando está el animal. Para mí es: Wendy, Wendyta, bonita, preciosa, etc. Para el doctor no existe el perro, es decir, ignora cualquier tipo de presencia animal en la casa y la perra rehuye hasta su sombra. Personalidades incompatibles. Para Susana la perra es un susto continuo, cabe decir que mi hermana no soporta cualquier ser viviente que no sea el hombre (a veces a éstos tampoco los aguanta), entonces se la encuentra a oscuras en el pasillo, sin esperárselo y se escuchan continuamente grititos de mi hermana de sorpresa: ¡Wendyyyyyyyy! ¡Aaaaaaaaaahhhhhhhhh! ¡Qué susto, la perra otra vez!. Para Gonzo, Wendy no se llama así, se dirige a ella como: perro, bestia, bicho... Y él es "amo Pedro". Y mi madre la confunde exactamente con Pedro. Ejemplo: cuando la perrita hace algo malo, se escucha: ¡Pedro, sal de la basura! Digo, ¡Wendy!

El calor nos está volviendo a todos un poco locos. Adjunto una foto de Wendy, antes de que mi hermano intentara darle un caramelo de estos de lámina, de los japoneses y quedarnos casi sin perrita.

Besos, ¡a disfrutar del veranito!

Miércoles, 16 de junio de 2004

Es bastante tarde y no tengo muchas ganas de escribir. Hoy ha sido un día bastante normal. A no ser porque pienso que últimamente el tiempo pasa muy deprisa, las semanas se suceden una tras otra sin ton ni son, y los fines de semana saben a poco.

Me acuesto muy tarde y me levanto muy temprano, aunque procuro dormir al mediodía. Aún así, el tiempo se me pasa muy rápido.

He terminado La sombra del viento. Haré pronto la reseña en el blog. Me ha encantado, pero ya os contaré más detenidamente. Me siento hoy un poco melancólica y cansada. Mañana volveré a la piscina y me distraeré un poco. Cuando te introduces en el agua o te tumbas bajo el sol, las cosas dejan de tener sentido y te puedes sumergir en otra parte de ti que no es la que está preocupada, o triste, o sin ganas de nada, y habitualmente, cuando sales de la piscina, ha cambiado tu ánimo. Generalmente viene acompañado de buen humor o un estado de tranquilidad que inunda tu cuerpo.

Esas extrañas manías

Por qué personas distintas se sienten fenomenal estando juntas es algo fácil de explicar. Siempre buscamos en los otros lo que no tenemos.

Por qué cuando vamos a la playa, nada más llegar, F se sienta en la toalla y espera 45 minutos exactos para hacer la digestión del desayuno y luego poderse bañar. Por qué yo llego y me meto corriendo en el agua mientras él me mira y dice que si me pasa algo no me va a sacar del agua, y luego se ríe. Por qué F debe llegar a los sitios 10 minutos antes de la hora y yo después. Por qué adora hacer footing a las 2 del mediodía en pleno mes de julio. Por qué cuando vamos en el coche no se puede preguntar a la gente para que nos ayude a encontrar el lugar deseado.

A F le apasiona estar con la gente, le encanta hablar de sus proyectos, de la actualidad, de chistes, de bromas, de otra gente... Yo me siento huraña la mayoría de las veces, me siento incómoda conociendo personas, y odio tener que mantener conversaciones por el mero hecho de tener que conocernos.

Lo que hace especial a F son todas esas cosas. Yo me río de la mayoría de ellas. Y él se ríe de las mías. Y claro está, las mías no las pienso poner aquí.