21 gramos
Es el título de la película que he visto esta tarde. Pero no voy a comentar la película, sino el mensaje que he recibido de ella. Veintiún gramos son los que el cuerpo humano pierde cuando muere, y se dice que es la cantidad de peso que pierde el cuerpo cuando el alma lo abandona. Qué poco peso para una cosa tan inmensa. Porque sin el alma, el cuerpo no es nada, realmente el alma es la vida entonces.Y la vida es muy larga. Sigue tras la muerte, de unos y de otros. Las personas caen una y otra vez, y se vuelven a levantar. Es una sucesión de acontecimientos que nos hacen crecer y nos obligan a respirar de un modo diferente cuando volvemos a alzar la cabeza. Eso es realmente lo que nos hace estar vivos. En ocasiones debemos consumirnos para resurgir de nuestras propias cenizas fortificados.
Os recomiendo que veais la película, la trama es excelente, el ritmo que marca el director, Alejandro González, es rápido e inesperado. El film es un fantástico flashback a tres bandas, que se funden en un apoteósico tiempo final. Y los personajes están magistralmente interpretados por Sean Penn (el del desgarrado corazón), Naomi Watts (el pez cocainómano que respira aire frecuentemente) y Benicio del Toro (el predicador de la desgracia). Los tres actores dan vida a tres personajes totalmente opuestos que no se conocen entre sí, y que tras morir varias veces en vida, encuentran la redención a través de los demás. No os cuento más. A mí me ha encantado.
Besos
1 comentario
monica -
PD. Iván se me durmió a mitad de la peli, será el cansancio, espero...